Música

Ser underground y tocar con todos sin vender el alma

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Por www.tvtotal.cl 29.11.2025 5 min de lectura

Badbadnotgood

BADBADNOTGOOD (o BBNG, como los llaman los que ya no tan jóvenes que los siguen desde 2011) es una de las formaciones más difíciles de clasificar del panorama actual, y eso, paradójicamente, es su mayor virtud y su única limitación.

Empezaron como un trío de jazzistas adolescentes de Toronto que se hicieron virales subiendo a YouTube versiones instrumentales de temas de Odd Future (Tyler, the Creator incluido). Aquello era 2011 y sonaba a herejía: tres chavales blancos tocaban hip-hop con la actitud de un combo post-bop de los 60 y la arrogancia técnica de los alumnos estrella del Humber College.
El resultado era tan fresco como desconcertante: “Bastards of Jazz” los llamó alguien. Se quedaron con la parte de “Bad”.


Es la formación más importante del siglo XXI (y no tiene ni un solo hit)

Catorce años después, BADBADNOTGOOD es un cuarteto (Alexander Sowinski en batería, Chester Hansen en bajo, Leland Whitty en saxos y guitarras, y Felix Fox-Pappas en teclados desde 2023 tras la salida de Matt Tavares) que ha logrado algo casi imposible: ser a la vez una banda de culto underground y colaborar con medio firmamento del rap, soul y R&B contemporáneo (Ghostface Killah, MF DOOM, Kendrick Lamar, Daniel Caesar, Charlotte Day Wilson, Baby Rose, Turnstile, Lil Yachty…). Y sin embargo, nunca han sonado a mero acompañamiento de lujo.

Su sonido es un organismo vivo que muta disco a disco.
En los primeros trabajos (BBNG, BBNG2, III) había una energía punk-jazz salvaje: versiones de Gucci Mane o James Blake tocadas como si Coltrane hubiera crecido escuchando Dilla. Luego llegó Sour Soul con Ghostface (2015), un ejercicio perfecto de rap sobre instrumentación orgánica, y IV (2016), su obra maestra absoluta: temas como “Time Moves Slow” (con Sam Herring) o “Lavender” (con Kaytranada) destilan una melancolía nocturna que debe tanto a Bill Evans como al trip-hop de los 90. Ahí ya no eran una “banda de versiones” ni un grupo que hacía jazz para hipsters: eran compositores con voz propia.


Talk Memory (2021) los llevó a un terreno casi espiritual-jazz, con invitados como Arthur Verocai o Laraaji, y una producción cristalina que los alejaba del lo-fi de sus inicios. Y el año pasado, con Mid Spiral (2024) dieron otro volantazo: suites largas, improvisación libre, guitarras con fuzz, baterías rotas… regresaron al espíritu del live session de YouTube, pero con la madurez de músicos que ya han tocado en todos los escenarios importantes del planeta.

14 años demostrando que el jazz sigue vivo

¿Dónde están ahora mismo? En el extraño lugar de ser la banda instrumental más influyente de su generación sin tener un solo “hit” reconocible para el gran público. Y eso es un triunfo. Porque BBNG nunca ha querido ser cool: ha querido ser libre. Libre de tocar un estándar de jazz, un beat de trap, un tema de Pokémon o una balada soul en el mismo concierto sin que nadie pestañee. Libre de no tener cantante y aun así emocionar hasta las lágrimas (escúchense “In Your Eyes” con Charlotte Day Wilson o “Beside April” con Karriem Riggins y Arthur Verocai si no me creen).

foto Arte

¿Defectos? Claro que los tienen. A veces pecan de excesiva pulcritud en estudio (les sienta mejor el caos en vivo), y en su afán por no repetirse corren el riesgo de perder la inmediatez que los hizo grandes. Pero incluso eso es preferible a la alternativa: estancarse.

En resumen: BADBADNOTGOOD es la prueba viviente de que el jazz no murió, simplemente se fue a Toronto, se puso una gorra de béisbol al revés, se fumó un porro y decidió que ya no tenía que demostrarle nada a nadie. Y en ese acto de rebeldía tranquila, se convirtió en una de las bandas más importantes del siglo XXI.